En tus manos pongo mi causa,
Virgen de las Angustias.
Sé bien que en los casos desesperados
se muestra más palpable tu misericordia
y nada puede resistir a tu oración de intercesión.
Alcánzame,
Madre mía,
la gracia que te pido si es del agrado de mi Dios y Señor.
Amén.
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