La Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en un templo de la ciudad asturiana de Gijón (España) conocida popularmente como La Iglesiona y situada frente al Real Instituto Jovellanos. Fue construida en 1918 bajo estilo negótico y modernista, y fue utilizada como prisión durante la Guerra Civil española. El templo fue construido entre 1918 y 1922 siguiendo dos proyectos diferentes. El primero de ellos de 1911 corresponde al arquitecto catalán Juan Rubió Bellver, influencia que se plasma en el modernismo gaudiano (era discípulo del célebre arquitecto) y diseñado para los Jesuitas. Miguel García de la Cruz siguió con el proyecto influenciado por el revival gótico. Destaca la figura del Sagrado Corazón en el campanario, obra de Serafín Basterra, y que se divisa desde diferentes puntos de la ciudad. Situada frente al Real Instituto de Jovellanos, además de sus dimensiones destacan sus impresionantes pinturas interiores realizadas por los hermanos Guillermo y Enrique Immenkamp. y sus arcos fajones parabólicos, solución adoptada debido a la estrechez de la parcela.
En 1930 es incendiada, siendo reparada por Manuel del Busto, y durante la Guerra Civil la iglesia fue utilizada como cárcel por el bando republicano[cita requerida]. En el año 2003 la Santa Sede la proclamó basílica por su importancia histórico y decoración interior. Se le conoce popularmente como La Iglesiona debido a sus proporciones.La capilla de la Virgen se halla en el cuarto tramo derecho de la nave, bajo el correspondiente arco formero, sin proyectarse hacia el exterior ni separación con el resto de la nave. En ella se halla un altar, mutilado tras las reformas litúrgicas posteriores al Concilio Vaticano II de forma que no es posible celebrar misa en él, presidido por la imagen de la Virgen de Covadonga. Fue una donación y se inauguró el 8 de septiembre de 1945, fiesta de esa advocación.
En el muro sobre el altar está pintada la Virgen con la simbología habitual en las inmaculadas: de pie, con el Sol como fondo, en actitud contemplativa, túnica blanca, manto azul, corona de doce estrellas, pisando la cabeza de la serpiente, la luna como pedestal, rodeada de ángeles. Esta representación contiene elementos de Ap 12,1 «una mujer vestida de sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza». En la actualidad el retablo del altar tapa la parte inferior de la pintura, pero una fotografía antigua evidencia que está pisando la cabeza de la serpiente y tiene la luna bajo sus pies.
Esta pintura contiene, o viene complementada, por diversos símbolos e inscripciones. A gran altura, sobre la cabeza, dos ángeles sostienen una corona, aludiendo al quinto de los misterios gloriosos del Rosario, y unas bandas que dicen «TV, GLORIA JERVSALEM» y «TV, LAETITIA ISRAEL». En los ángulos inferiores del cuadro otros dos ángeles sostienen bandas en las que se lee «AVE, GRATIA PLENA» y «BENEDICTA TV IN MVLIERIBVS», del rezo del Avemaría, y, a su vez, de Lc 1,28. Alrededor del lienzo de pared figura la inscripción «TOTA PVLCHRA ES, MARIA, ET MACVLA ORIGINALIS NON EST IN TE» (Toda hermosa eres, María, y el pecado original no se encuentra en ti) que procede de una oración del siglo IV y actualmente es una de las antífonas de las segundas vísperas de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción; de esta misma antífona proceden las dos inscripciones mencionada antes: «TV, GLORIA JERVSALEM» y «TV, LAETITIA ISRAEL». En la parte baja de los laterales hay medallones, cuatro a cada lado, con figuras y rótulos relativos a las letanías lauretanas. En el lado izquierdo: «SPECVLVM JVSTITIAE», «SEDES SAPIENTIAE», «VAS SPIRITVALE» y «VAS HONORABILE». Al lado derecho: «TVRRIS DAVIDICA», «TVRRIS EBVRNEA» (en la que se han dejado testigos de la suciedad previa a la limpieza efectuada hacia el año 2004), «DOMVS AVREA» y «FOEDERIS ARCA».
La pintura, originalmente, contenía la imagen de la Virgen coronada de estrellas, rodeada del Sol, pisando la cabeza de la serpiente, con la Luna por pedestal, dos ángeles a la altura de sus rodillas y un fondo de nubes algodonosas. Parece haberse añadido todo lo demás en el periodo de reconstrucción tras la persecución religiosa, a la vez que se aumentó el número de pliegues de la túnica de la Virgen y los dos ángeles originarios perdieron parte de sus alas y sus caras se modificaron para que dejasen de mirar de frente al espectador. Examinados en detalle estos añadidos parecen obra de un pintor mediocre.
Esta pintura mural de la Virgen era, inicialmente, una representación inequívoca bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, reforzada por la ya mencionada inscripción «TOTA PVLCHRA ES, MARIA, ET MACVLA ORIGINALIS NON EST IN TE». Con los añadidos antedichos también se puede interpretar que representa la Asunción, especialmente por los dos ángeles sosteniendo una corona.
Al haber sido destruidas todas las imágenes talladas cuando el templo se utilizó como cárcel en el periodo de 1936-1937, esta imagen fue objeto de gran devoción por parte de los prisioneros y de ahí el que se la haya denominado «Reina de los Mártires» y exista una lápida, en el lateral izquierdo, con esa denominación y la justificación histórica.
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